Confesión de chamaquito: ¿Un criminal? ¡¿Cómo va a ser?!
Piénsalo conmigo: “Toño” suena como el nombre de un tío buena gente o un vecino que te da galletas. Y “Bicicleta”…? Mano, ¡qué niño no sueña con tener una! Yo mismo no tenía una, venía de un lugar con bien pocos recursos y tuve que hacerme la mía con piezas que encontraba en el vertedero. Era una mezcla de colores, tamaños y pedazos de vida… pero era mía. Así que cuando oía “Toño Bicicleta”, hasta me daba celos. "Día'ntre, ese Toño debe tener un montón de bicicletas… o por lo menos una de las más duras." No lo veía como criminal, lo veía casi como un pana con suerte.
Por eso fue tan impactante el día que entendí la verdad.
Mi inocencia y el mito
Siendo niño, escuchaba hablar de él en cada esquina. Pero no le prestaba atención a los detalles. Para mí era alguien conocido… hasta famoso. Pasó el tiempo y de momento, boom, explota la noticia de su captura. Ahí fue que me cayó la ficha. Empecé a unir todas esas cosas que había oído de chamaquito, y supe que no se trataba de un artista… sino de un fugitivo.
Pero la cosa no era tan blanco y negro, porque lo que decían los periódicos no siempre coincidía con lo que decía el pueblo.
Las voces del barrio
Muchos decían que Toño no era tan malo como lo pintaban, que tal vez sí cometió un error, pero que el verdadero problema era el miedo a pagar por crímenes que no cometió. La calle murmuraba que la policía y el famoso NIC eran unos corruptos de marca mayor, y que le achacaban todo a él para tapar sus propios clavos.
Decían que Toño Bicicleta no se escondía solo por miedo a ser arrestado, sino por miedo a ser silenciado. Que era más fácil mantenerlo prófugo que tenerlo hablando desde la cárcel.
Y mira cómo termina la historia: cuando lo agarraron, lo bajaron vertical… con los pies por delante. ¿Conveniente? ¿Coincidencia? Queda en la conciencia de cada cual.
Lo que dicen los archivos
Francisco Antonio García López, alias Toño Bicicleta, nació en 1943. Su historial oficial incluye crímenes serios: asesinatos, fugas de prisión, secuestros. Su primera condena fue por matar a su esposa con un machete. Se escapó en 1970 y desde ahí comenzó su leyenda.
Vivió más de 25 años huyendo, desafiando a las autoridades como si fuera invisible. En los 80 y 90 se le atribuyeron más crímenes, pero también se sembró la duda sobre cuántos eran realmente suyos.
En 1995, en una finca de Lares, lo localizaron y allí terminó todo. Murió en un tiroteo con el SWAT. Algunos dicen que se resistió. Otros… que fue silenciado.
Entre mito y realidad
Al día de hoy, muchos siguen preguntándose: ¿Y por qué le decían Toño Bicicleta? Nadie parece saber con certeza. Algunos dicen que era porque siempre andaba en una… otros, que era su apodo desde joven en Sabana Grande. Lo cierto es que el nombre ayudó a crear la leyenda.
Y para mí, ese nombre es parte de lo que hizo que esta historia se sintiera tan surreal como boricua.
¿Tú qué piensas? ¿Fue un criminal frío o una víctima del sistema? ¿Tú también pensabas que Toño era un artista cuando eras chamaquito? Déjalo en los comentarios, cuéntalo en tu Pimpea o mándalo por paloma si hace falta. Lo importante es que sigamos contando nuestras historias boricuas pa' que no se mueran en el olvido. #ToñoBicicleta #HistoriaBoricua #PimpeaLaVerdad