Anoche, en la alfombra del Met Gala 2025, Bad Bunny no solo desfiló con un traje de diseñador, desfiló con historia, cultura y corazón. Llevó una pava. Y no cualquier pava, sino una reinterpretación moderna del tradicional sombrero jíbaro puertorriqueño que, aunque sencilla, cargaba con siglos de significado sobre su cabeza.

Muchos ya han hablado del traje Prada, de los guantes de cuero, de la bolsa de pasarela y hasta del broche en forma de la Flor de Maga. Pero para mí, el verdadero protagonista fue ese sombrero. Porque en un evento donde el lujo y lo extravagante dominan, Benito escogió llevar lo que representa al corazón del pueblo boricua: la humildad, el campo, la raíz.

Sí, hubo quienes criticaron. Que si el color, que si se veía ridículo, que si no era elegante. Pero esas opiniones no hacen más que resaltar lo valiente que fue ese gesto. Bad Bunny pudo ponerse lo que le diera la gana, cualquier cosa de miles o millones de dólares. Pero decidió recordar de dónde viene. Decidió decirle al mundo entero: “Yo soy de aquí, yo soy del campo, y me enorgullece.”

Y eso, para mí, es arte. Es resistencia. Es cultura viva.

La pava no es un simple accesorio. Es símbolo del jíbaro, del campesino, del que madruga a trabajar la tierra, del que no se rinde aunque la vida le dé duro. Representa la lucha, la fortaleza, la resiliencia, el amor por nuestra tierra, la humildad con orgullo. Y Benito llevó todo eso al evento más glamuroso del mundo de la moda.

Él no fue solo con un outfit. Fue con un mensaje. Y ese mensaje nos representa.

Por eso, más allá de lo que diga la crítica o los "fashionistas", yo celebro ese gesto. Porque cuando alguien usa su plataforma para honrar nuestras raíces, eso merece respeto. Nos dio una representación digna, auténtica, y poderosa.

Bad Bunny vistió la humildad de gala. Llevó el campo a la ciudad. Y lo hizo con estilo, sí… pero sobre todo, con identidad.

¿Qué piensas tú? ¿Te sentiste representado? ¿Crees que fue un buen gesto o fue demasiado arriesgado?

Los leo en los comentarios.