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Una Madre No Se Explica… Se Siente

Tírale · 369 Vistas

Dicen que Dios es omnipresente. Pero... ¿y si una de las formas más bellas que encontró para estar cerca de nosotros fue a través de las madres?

Dicen que Dios es omnipresente. Pero... ¿y si una de las formas más bellas que encontró para estar cerca de nosotros fue a través de las madres?

Sí, ya me imagino tu respuesta:

“¡Claro, porque no viste la mía y su chancleta voladora!”
Y es que ahí mismo está el punto.

Una madre no es solo ternura, es fuerza disfrazada de dulzura, es un jardín de emociones surtidas como flores, y si el jardín tiene chancleta, varita (no mágica), correa y una creatividad divina para reprender… entonces es que esa madre estaba entrenada directamente por el cielo.

La mía, por ejemplo...

La mía decía “¡TE CALLAS!” y más valía que no se me ocurriera ni respirar bajito. Tenía una mirada que atravesaba paredes, una bola de cristal escondida (que nunca encontré), porque todo lo adivinaba.
Su intuición era nivel FBI con Wi-Fi celestial.
Y no exagero, eh.

Ella pedía paciencia:

“¡Dios mío, dame paciencia!”
Y Dios, que tiene sentido del humor, le respondió con un hijo como yo. El más "pikijuye" de los cinco. Eso dicen, claro… yo no recuerdo haber sido tan tremendo.
Pero bueno, de nada, mami. ;-)


¿Quién recuerda esto?

  • "¡Te metes al cuarto y no sales en todo el día!"

  • "¡Te sientas y no te paras hasta que no te lo comas todo!"

  • "¡Hoy te me acuestas temprano!"
    Ah, cuánto daríamos ahora por que alguien nos dijera eso…
    Poder encerrarnos en paz, comer sin interrupciones, o dormir temprano sabiendo que alguien más se encargará del mundo mientras duermes.

Y esa joyita:

“¡Si te caes de ahí, te voy a dar una pela encima de la matá!”
O esta:
“¡Si te cuelgas en la escuela, te cuelgas dos veces porque aquí te guindo!”

Sí, nos daban miedo… pero ahora entendemos que era puro amor con disfraz de regaño.


¿Y la cocina de mamá?

Hermano… nada como eso.
Desde la harina de maíz con canela y un vasito de Quick choco, hasta ese arroz con tocino, donde el tocino frito primero era repartido como premio.

Y las bolitas de pegao... ay mamá...
El amor también se servía en el plato.


Cuando enfermábamos...

Mami lo sabía antes que nosotros.
Con solo mirarnos, decía:

“Échate pa’cá… tú estás malito.”
Y con una mano en la frente, sabía no solo que teníamos fiebre, sino cuántos grados.

Y mientras uno dormía empapado en fiebre, ella amanecía despierta, velando. Esa mirada que te daba mientras te sobaba con Alcolado 70 y el pecho lleno de Vicks... esa mirada no se olvida.

“La mirada de una madre enfermera vale más que mil medicamentos.” – Anónimo


 Porque madre es madre… esté donde esté

Los años pasan. Algunos tenemos la bendición de aún tenerlas, y otros no. Pero estén aquí o en otro plano, todas merecen ser honradas.

Hoy no solo escribo esto para celebrar a mi madre, sino para invitarte a ti que estás leyendo esto a rebuscar en el baúl de tu corazón.
Busca esa razón para honrar a la tuya.

Porque como dice el dicho:

“Madre no es solo la que da a luz, sino la que cría, cuida y ama sin condiciones.”

Si al leer esto recordaste a alguien
esa es tu mamá.


De mi parte…

¡Feliz Día de las Madres!
A la mía, a las de mi familia, a mis tías, cuñadas, primas, amigas…
y a todas las madres que están leyendo esto.
Gracias por existir, por luchar, por amar, por cuidar, por enseñar.
Y sobre todo… por no rendirse nunca.

Que este escrito no solo te saque una sonrisa, una lágrima o una carcajada. Que te impulse a llamar a tu mamá hoy, abrazarla fuerte si puedes… o decirle “gracias” desde el corazón si ya no está.

Compártelo con quien tenga madre. Porque sabemos de hoy, no de mañana.

Me quiero UNIR a PIMPEA la red social boricua.

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