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El Chupacabras: Terror, Misterio y Vacilón Boricua de los 90

Tírale · 102 Vistas

¿Viviste en Puerto Rico durante los años 90? ¿Te acuerdas del miedo que se regó por toda la isla con el Chupacabras? Si fuiste chamaquito pa’ esa época, este cuento te va a traer recuerdos, sustos… ¡y hasta risas! Te comparto a lo boricua cómo de verdad se vivió esto en la calle.

Corría el año 1995, y en Puerto Rico no se hablaba de otra cosa: El Chupacabras. Sí, aquel ser raro, con ojos color fuego, piel escamosa y espinas en la espalda, que supuestamente bajaba por los campos a chuparle la sangre a los animales especialmente a las pobres cabritas.

La primera vez que se escuchó del Chupacabras fue en Canóvanas, cuando aparecieron varios animales muertos con heridas extrañas y sin una gota de sangre. Aquello no era normal. Lo cubrían las noticias como un fenómeno serio, y aunque algunos lo tomaban con escepticismo,

en los campos el miedo era real.

Y es que no era solo el ganado… la gente también empezó a preocuparse por sus mascotas, e incluso por ellos mismos. Yo era mucho más chamaquito en esos tiempos, pero créeme que el temor se sentía. No andábamos con celulares ni nada de eso; si había que caminar de noche,

era con un garrote en la mano, por si las moscas. Los que vivíamos cerca del monte sabíamos que cualquier ruido raro podía ser “eso” que todo el mundo comentaba, pero nadie quería ver.

Pero lo más brutal de todo era cómo nosotros, los chamaquitos, vivíamos ese miedo con adrenalina y emoción. Nos reuníamos debajo de un poste de luz, en la esquina o frente al colmadito, hablando de películas de terror, historias de familiares, apariciones… y por supuesto, el tema obligado: el Chupacabras. Pero cuando llegaba la hora de recogerse pa’ la casa… ¡ay papá! ¡Era una mezcla de valentía y pánico! Algunos salían corriendo, otros agarraban piedras, y los más valientes caminaban apretando fuerte el palo que cargaban. Pero que se te paraban los pelos, se te paraban.

Con el tiempo, surgieron teorías más “científicas”. Que si eran perros con sarna, que si coyotes flacos que parecían demonios… otros decían que era pura histeria colectiva. Pero en la isla también se escuchaban rumores bien serios, especialmente entre la gente del campo. Se decía —y no era en broma— que el Chupacabras no era una criatura cualquiera, sino un experimento raro que se les escapó de los laboratorios secretos que supuestamente había en la cima de El Yunque. Eso nunca salió en las noticias grandes, pero se escuchaba por todos lados. Que si eso era federal, que si hacían cosas militares allá arriba, que si nadie sabía lo que pasaba realmente… La gente lo decía con seriedad.

Hoy día, los que vivimos esa época recordamos todo eso con nostalgia, respeto… y también con humor. Fue parte de nuestra juventud, de nuestras historias callejeras, de esas aventuras con miedo que nos marcaron. Puede que el Chupacabras haya sido solo mito, pero lo que se vivió en Puerto Rico en esos años fue bien real.

Y como buen boricua, uno no se olvida de lo que vivió con intensidad. Así que si tú también corriste pa’ tu casa de noche mirando pa’ los matorrales, o agarraste un palo por si veías algo raro en la oscuridad… ya tú sabes: tú también eres parte de la historia del Chupacabras en Borinquen.

¿Y tú? ¿Te acuerdas de esa época? ¿Tú también le tenías miedo al Chupacabras o llegaste a escuchar historias en tu barrio? Cuéntanos la tuya en los comentarios. Vamos a revivir juntos esas leyendas que marcaron nuestra juventud boricua. ¡No te quedes callao, que esto es pa’ vacilar y recordar! #ChupacabrasEnPimpea

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